¿Cuantas veces has dicho el lunes empiezo, a primeros de mes lo hago, comienzo la dieta enero…todos esos propósitos que sabes que tienes que hacer pero que vas retrasando una y otra vez? Pongámosle nombre, esta situación se llama procrastinación.

¿Cómo podemos superar el hábito de la procrastinación?

 

En primer lugar, debemos identificar la razón de esa procrastinación: ¿Por qué estamos aplazando la tarea: ¿ansiedad, miedo, no nos gusta, le damos prioridad a las tareas a corto plazo…?

Identificar motivaciones, es decir ¿qué nos va a aportar terminar esa tarea? Perder peso, aumentar la energía, eliminar dolor de espalda….

Gestionar, planificar y organizar lo que necesitas para realizar la tarea o propósito.

En este punto quizás sea importante la ayuda de un profesional que pueda asesorarte, por ejemplo, realizando un menú adaptado a una patología concreta, o un entrenador que pueda indicar ejercicios adecuados a ciertas lesiones, etc.

Eliminar todo tipo de distracciones: horas de TV, juegos, móviles que te roban tiempo de hacer ejercicio…

Trata de reforzar la motivación utilizando pequeñas estrategias que te recuerden tu objetivo, por ejemplo, anota tu propósito en una “hoja de ruta”, anota tres o cuatro pasos que debes seguir para alcanzar ese objetivo y márcalo como realizado una vez lo hayas conseguido.

Por último y quizás lo más as importante, refuerza positivamente o recompénsate cuando alcances los logros. Pequeños premios como una sesión de masaje relajante, por ejemplo, cierran un ciclo de “objetivo conseguido” que reforzará la seguridad a la hora de plantearse incorporar nuevos hábitos. 

¿Por qué lo hacemos?

 

Por evitación. Ante el aburrimiento, la ansiedad o frustración que nos genera la tarea en cuestión, tratamos de distraernos con otras cosas que nos mantienen ocupados, empleando en ello nuestro tiempo, y robándole este a la tarea que deberíamos realizar.

Por dudas de la propia capacidad a la hora de realizar ciertas tareas.

Por miedo al fracaso, asociado también a una baja autoestima e inseguridad.

O una de las más importantes en cuanto a la nutrición y hábitos saludables, porque tendemos a dar prioridad a las necesidades a corto plazo, dejando de lado las de a largo plazo. Queremos ver resultados, por ejemplo, en la pérdida de peso, en poco tiempo y sabemos que eso no puede ser así, que nos llevará tiempo conseguirlo, así que decidimos empezar con eso más tarde, el lunes, en septiembre, en enero…

Con el tiempo la procrastinación se acaba convirtiendo en un hábito difícil de eliminar.

Marta González Barahona 
Logo

©Derechos de autor. Todos los derechos reservados.

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor, revise los detalles y acepte el servicio para ver las traducciones.